viernes, 26 de noviembre de 2010

Bat...¿man?

Lunes: naranja
Martes: azul
Miércoles: verde
Jueves: amarillo
Viernes: violeta
Sábado: rosa
¿Y el domingo...descansó?

jueves, 25 de noviembre de 2010

Home is where your vinyl is

Lo de volver a comprar vinilos me ha subido el nivel de serotonina. Hay por ahí varias campañas de descuento en formato vinilo de pasta de la buena. Clásicos del jazz, del country, crooners y otros géneros que da gusto tener en disco. Y ahora que por fin he conseguido ordenar algo mi casa, pues da mucho placer levantar la aguja del plato, introducirla en el surco y…¡zas!
¿Para cuándo una sesión vinílica en casa? My place is your place if you´re a vinyl lover.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

David Boring - The Movie

Gracias a Pepo me entero de la adaptación al cine del clásico del cómic "David Boring", de Daniel Clowes. ¡Bravo, qué ganas de verlo en la gran pantalla!



martes, 23 de noviembre de 2010

Cuando veo a Richie Jackson haciendo esto, me dan ganas de:
  • Dejar de intentarlo todo. TODO.
  • Volver a dejarme ese bigotillo que ahora los modernos reivindican tanto.
  • Comprarme pantalones de campana, chalecos floreados y cintas para el pelo.
  • Dejarme el pelo largo. Otra vez.
  • Comenzar una nueva vida...como hippie errante, hijodemamá o motorista fantasma.

Eskmo

jueves, 18 de noviembre de 2010

TETSUYA ISHIDA

Inquietantes ilustraciones de este artista japonés nacido en 1973 y muerto en 2005 por causas desconocidas. Dicen que un tren acabó con su vida, pero no saben si fue él mismo quien se puso delante o alguien le empujó. Me fascina todo lo que rodea esta historia. Más aquí (si leen japonés, claro).






In Dreams

"En ocasiones sueño con playas"


Hoy he soñado que le decía a un amigo que había soñado con él. Pero no he soñado con él, simplemente soñaba que se lo decía. Jacobo Siruela acaba de editar libro propio que cierra el nº 50 de su exquisito catálogo: "El mundo bajo los párpados", donde analiza históricamente varios de los sueños que han marcado épocas, batallas, amores y guerras de las de verdada. Muy interesante, aunque los sueños, sueños son.

Aquí unas reseñas del libro en cuestión:

"El editor Jacobo Siruela, tras años de concienzuda documentación, sorprende con la publicación de “El mundo bajo los párpados” (Atalanta). Un libro que indaga en la influencia histórica de los sueños y en su naturaleza, pero sobre todo que reivindica su importancia para saber más sobre quiénes somos y de qué materia estamos hechos. Una lectura rigurosa, inteligente, didáctica y apasionante."
Antonio G. Iturbe. Qué leer.

"En el último capítulo, en fin, centrado en las concomitancias entre los durmientes y los muertos, el editor de Atalanta recorre la problemática con brillante transversalidad, apelando lo mismo a las cráteras griegas que al retrato de Proust muerto por ManRay. Siruela revalida la antiquísima creencia de que Hipno y Tánato son dioses gemelos, y concluye que este “mundo bajo los párpados” en el que entramos cada noche, no deja de ser un tránsito estacional por el reino de las sombras."
Carles Barba. Cultura/s. La Vanguardia.
|
“Sin embargo, "El mundo bajo los párpados" no es en absoluto el libro que uno se esperaría encontrar o, al menos, el libro que este lector se esperaba encontrar. Porque no se trata de un ensayo de tipo general sobre el tema de los sueños, ni tampoco de una historia de los sueños, ni mucho menos de una especie de galería de curiosidades y noticias pintorescas. Se trata de algo mucho más infrecuente y todavía más estimulante. Un libro atrevido, valiente, polémico, escrito con una pasión a ratos desbordante, en el que Jacobo Siruela se adentra en un territorio difícil y rabiosamente actual que ya llevaba tiempo explorando como editor. Es el territorio intermedio entre lo que podríamos llamar «mística» o religión (de las cuales nuestro autor se separa con claridad) y la visión mecanicista y literal de cierto pensamiento positivista que se presenta a sí mismo como «científico» o «racionalista». Es decir, el territorio intermedio de la hermenéutica, de Jung, de Hillman, de Patrick Harpur, de Corbin, de Eranos, aunque Jacobo Siruela no se presenta como epígono de ninguna tradición, sino (y esto es lo más sorprendente) como pensador independiente, como agitador intelectual.”
Andrés Ibáñez. ABC de las Letras.

"Un ensayo luminoso que abre al lector las puertas de una geografía desconocida, un recorrido paralelo que a través de la Historia han seguido no pocos políticos, científicos, filósofos y creadores que aquí conviven con los onironautas, seres para los que las visiones, los presentimientos, las señales del inconsciente, son más relevantes que lo que viven despiertos".
Emma Rodríguez. El Mundo.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Neighbours


Los hay raros, esquivos, bordes, amables y hasta cachondos. Pero cruzarte con uno, face-to-face, mirarle a los ojos, decir "hola" y no recibir nada a cambio ES FEO. "Señor vecino, lea usted mi blog y...directamente: VÁYASE A LA MIERDA".

Hoy me he levantado con ganas de no hacer nada. Tengo el día libre y la nariz congestionada. Toso mucho y saco mocos verdes grandes. Entonces me da por escuchar al mejor hombre-orquesta del momento, ver los preciosos cortos de Malcolm Shuterland. Luego me iré a cortar el pelo, optaré por la raya al lado esta vez. Nerdism. Luego a la radio y luego a casa a planchar y a doblar la ropa y a ver películas. Así estoy hoy.
"¿Quién ha dicho que la vida es un sueño?
La vida es un juego." Gabriele D´Annunzio

viernes, 12 de noviembre de 2010

Feudalismo perpetuado

Parece mentira que a día de hoy se siga viendo lo que se ve. Personas postrándose ante otras personas, pleitesía llevada al extremo, alfombras rojas, todos firmes y la casa por barrer. ¿Cómo puede haberse mantenido una costumbre tan medieval como el servilismo y el control de las masas de tal manera? Siguen llegando delegaciones de otros países y se les sigue uno arrodillando, se les besa la mano y se les lanza flores al paso. No puedo entenderlo. Yo creo que el mundo no anda tan mal como para necesitar perpetuar ese espejismo de poder, porque no es más que un espejismo, eso es bastante evidente. Pero quizá el mundo sí está tan mal, y entonces soy yo el que no entiende nada. Si tu jefe tiene un jefe que a su vez tiene un jefe y además está por debajo de otro jefe, y ese jefe que está por encima de todos los jefes un día va y se presenta en tu casa, pues le atiendes y punto. Pero nada más. NADA MÁS.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Todo el día silbando canciones con nombres de chicas: Cecilia Ann y Allison, por ejemplo.



"Que sí, que las tocamos juntas y nos quedamos tan anchos"

Leo en el blog de un amigo una entrada referente a la fe en la palabra. Fe que se ha perdido, olvidado y masacrado a sabiendas. Paralelamente recuerdo un par de correos electrónicos enviados por mí hace menos de una semana a dos personas que merecían un toque de atención por algo que habían hecho. Que me habían hecho. Curioso. El efecto de mis correos fue devastador. Logré mi objetivo: disculpa y entuerto en vías de resolución. El afectado era yo, en este caso, y decidí confiar en la palabra. Palabra escrita. Palabra al fin y al cabo. Confiar en las cosas bien dichas, claras, concisas y, si me apuran, incisivas. Oh. Vuelvo a lo que comentaba mi amigo: qué raro es volver a hablar claro en estos tiempos oscuros. Qué inocente confiar en una reacción mesurada, previamente reflexionada pero al mismo nivel de confianza que la del mensaje enviado. No. Las dos respuestas a mis dos respectivos correos han sido: malinterpretadas, sacadas de contexto y, por lo tanto, mal respondidas y de malas maneras. ¿Si yo confío en que el mensaje estaba claro -Y LO ESTABA- porqué se me ha entendido mal? ¿Por qué no somos capaces de volver a hablar claro en estos tiempos? Uno se me enfada y me recrimina cierta falta de "trabajo en equipo". El otro se disculpa y apela a los sentimientos para calmar mi ira, pero no entra al trapo. ¿Ya no sabemos solucionar entuertos? ¿Ya no queremos solucionarlos? Un grito y un mail extrañísimo después, la vida continuaba con la misma mediocridad y tontería. La fe en la palabra (escrita, dicha, vociferada, locutada...) otra vez ha perdido la batalla. ¿Solución? Nadie la busca ya. Dejemos que las cosas vayan sucediendo. Las iremos viendo pasar y tan frescos.